Mi hijo tiene 1 año 4 meses, ¿Cómo hago para que empiece a hablar?

Una mamá se acercó a nosotros por medio de whatsapp con esta duda y quise escribir este artículo para explicarle y si alguien más en esa situación, conozca un poquito desde mi perspectiva.

Es importante recordar que cada niño se desarrolla a su propio ritmo, pero a los 16 meses (1 año y 4 meses), generalmente esperamos que un niño comience a decir algunas palabras sueltas con significado. No mencionar ninguna palabra requiere una atención especial para estimular su lenguaje de manera efectiva.
Aquí enumeraré algunas estrategias y actividades que se pueden implementar para estimular el lenguaje en un niño de esta edad que solo balbucea y no emite ninguna palabra.

  • Rodear al niño de un ambiente rico en lenguaje es crucial. Hablarle constantemente de forma clara y sencilla sobre lo que están haciendo, viendo o sintiendo.
  • Repite las palabras clave varias veces de forma clara y enfatizada. Utiliza un tono de voz suave y alegre.
  • Asocia las palabras con objetos reales, imágenes o acciones. Esto ayuda al niño a comprender el significado de las palabras.
  • Celebra cada intento de comunicación, aunque no sea una palabra clara. Utiliza elogios, sonrisas y abrazos para animarlo.
  • El juego es una herramienta poderosa para el aprendizaje. Incorpora el lenguaje de forma natural en las actividades lúdicas.
  • El desarrollo del lenguaje lleva tiempo. Sé paciente y constante en la aplicación de estas estrategias.
    Estrategias y Actividades Concretas:
  • Nombrar Objetos Cotidianos mientras come, cuando van en el carro, caminando, o en cualquier momento que se tenga la oportunidad. Cuando le muestres un objeto (pelota, vaso, cuchara), nómbralo claramente: “Mira, una pelota.” Repite la palabra varias veces. Anímale a tocar el objeto mientras dices la palabra. Pregúntale “¿Qué es esto?” aunque no esperes una respuesta verbal al principio. Responde tú mismo: “Es una pelota.”
  • Imitar Sonidos y Onomatopeyas:Imita los sonidos de animales (“guau-guau” para el perro, “miau” para el gato), vehículos (“brum-brum” para el coche) y otros sonidos familiares. Anímale a imitar estos sonidos. Utiliza juguetes que emitan sonidos para hacer la actividad más atractiva.
  • Canciones y Rimas Sencillas. Canta canciones infantiles cortas y repetitivas. Haz gestos que acompañen la letra de la canción. Anímale a participar con balbuceos o movimientos.
  • Lectura de Cuentos Cortos y Visuales. Utiliza libros con imágenes grandes y sencillas. Nombra los objetos y personajes que aparecen en el cuento. Haz preguntas sencillas sobre las imágenes (“¿Dónde está el perro?”).
  • Juegos de Imitación. Imita acciones cotidianas (aplaudir, saludar, comer) y nómbralas. Anímale a imitar tus acciones y los sonidos asociados.
  • Rutinas Diarias con Lenguaje. Describe lo que estáis haciendo durante las rutinas (vestirse, comer, bañar). Por ejemplo: “Ahora vamos a ponerte la camiseta.” “Estamos comiendo manzana.”
  • Utilizar Gestos. Acompaña tus palabras con gestos significativos (señalar, abrir y cerrar la mano para “adiós”). Esto le proporciona una pista visual para entender el significado.
  • Ofrecer Opciones: Cuando sea apropiado, ofrécele opciones sencillas: “¿Quieres agua o leche?”. Aunque no responda verbalmente, observa su reacción o hacia dónde mira. Nombra la opción que elige.
  • Ampliar sus Balbuceos. Si el niño emite un balbuceo (“ba-ba”), interprétalo como si fuera una palabra y amplíala: “¡Sí, una pelota! ¿Quieres la pelota?”.
  • Crear Oportunidades de Comunicación. Coloca un juguete ligeramente fuera de su alcance para que tenga que pedirlo de alguna manera (señalando, haciendo un sonido). Responde inmediatamente a su intento de comunicación nombrándolo.
  • Evitar la Presión. No le presiones para que hable. Esto puede generar frustración. El objetivo es crear un ambiente relajado y divertido donde se sienta motivado a comunicarse.
  • Observación y Seguimiento. Observa sus intentos de comunicación, aunque no sean palabras. ¿Utiliza gestos? ¿Hace sonidos para llamar tu atención? Anota sus progresos.
  • ¿Cuándo considerar buscar apoyo profesional?
    Si después de implementar estas estrategias durante un tiempo no observas ningún avance en la producción de palabras o en sus intentos de comunicación, es recomendable consultar con un logopeda o terapeuta del lenguaje. Un profesional podrá realizar una evaluación más exhaustiva y ofrecerte pautas específicas para las necesidades de tu hijo.